Yo no tengo ni puñetera idea de casi nada. Pero a lo poco que sé, procuro aplicarle la lógica y el sentido común. Antes de lanzarme a tumba abierta a afirmar que las vacunas funcionan, me esperé a ver cómo evolucionaba la cosa en UK y, sobre todo, en Israel.

Visto el resultado, ya pude empezar a afirmar, sin temor a equivocarme, que las vacunas otorgaban un elevado nivel de protección. Desde mi punto de vista, si los experimentos los hacen otros, mejor que mejor. Ahora, UK nos está sirviendo de nuevo como campo de pruebas. De lo que pase allí en las próximas semanas depende casi todo. En estos momentos, los casos están subiendo exponencialmente y las hospitalizaciones también han empezado a hacerlo. Las muertes, de momento, no. Básicamente, tendremos que fijarnos en hasta dónde sube el número de hospitalizados. Si alcanza el umbral de saturación, serían malísimas noticias. Si se queda lejos de ese umbral, sería indicio de que la estrategia basada en las vacunas puede funcionar. De momento, la cosa no pinta muy bien. Tampoco pinta terriblemente mal. Las hospitalizaciones van a subir mucho, pero ¿hasta dónde? No queda otra que esperar y ver. Y sacar después conclusiones.

Los datos demuestran que, gracias a las vacunas, las hospitalizaciones crecen a un ritmo mucho más lento que los contagios (mientras que antes de la vacunación los ritmos de incremento eran similares).

El problema estriba en que, con la variante india, los contagios están creciendo a un ritmo nunca visto (porque es mucho más contagiosa), con lo que, aunque las hospitalizaciones suban a menor ritmo, aún así puede ser un ritmo muy alto.

P.D.: Algunos me preguntan: “¿Entonces es que las vacunas no funcionan, dado que la mitad de la población está vacunada?”. La respuesta es: por supuesto que funcionan. De no estar la mitad de la población vacunada, UK estaría ahora en la mismísima mierda.

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