Alfonso Guerra no es un personaje de mi gusto. O no lo era.

Hay que reconocer que los años han hecho de él un referente más serio de lo que presuponían sus primeros pasos en la Transición. En muchos aspectos, el Alfonso Guerra de los primeros tiempos me recuerda a Pablo Iglesias. Vociferante, alardeando de una retórica vacía, o insultando y descalificando sin fundamento y sin pudor.

¿Quién no recuerda la retahíla contra un Suárez acosado incluso por los suyos cuando una sesión tras otra lo llamaba tahúr del Mississippi?

 

 

No, Alfonso Guerra no fue un político ejemplar, al menos para mí. Por eso me sorprende que con los años coincidamos en algo en cuanto a criterio político se refiere, y el caso es que así sucede en lo referente a Pedro Sánchez, y el séquito que lo secunda.

Que los socialistas de la vieja guardia (los pura sangre), cuestionen una y otra vez a la nueva hornada de esa ideología, es raro en la historia de la izquierda española que tiende a justificar sus pecados con los argumentos y mantras más extraños (como hemos visto con el tema de los ERES). Por eso sorprende la rotundidad con que descalifican a Pedro Sánchez y el socialismo que representa. Mucho debe ser el peligro que perciben en cuanto a las acciones y pactos que éste está generando.

Todo anuncia que en las próximas semanas nos enfrentaremos a una de esas encrucijadas en las que cualquier decisión, en cualquier dirección nos conduce al lugar que nadie desea, todos temen, y nadie se esfuerza en evitar. O unos pactos de Estado con aquellos que quieren dinamitarlo u otras elecciones. Escojan la que quieran y monten una porra.

Yo sigo esperanzado en que nuestros políticos entenderán en uno u otro momento de este proceso para qué están ahí, para qué les pagamos y cuál es la responsabilidad histórica que deben asumir. No hacerlo así condujo a la situación en que estamos, y volver a eludir el pacto de Estado que exige momento tan crítico, puede conducirnos a otras elecciones y a peores resultados.

Ojalá todas las voces de los prohombres del socialismo y del PP se expresen y reconduzcan a estos irresponsables de uno u otro color en la dirección apropiada.

 

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