En el año 2019 Unidas Podemos, con Irene Montero a la cabeza, utilizaba el caso de la violación en manada en San Fermín para exigir un cambio en la legislación y para proponerse como grupo en el gobierno.
Estando Irene Montero en el gobierno lanza la Ley Si es Si. Se le advierte desde diversos sectores, entre ellos sectores feministas clásicos, de que hay un error en el planteamiento de dicha ley que va a suponer la excarcelación y la reducción de penas a agresores sexuales.
Hacen caso omiso de las advertencias. Irene Montero dice que “lo de la reducción de condenas es un bulo, que no se va a conocer ningún caso de reducción de condenas y que es propaganda machista”. Textual.
Mil ciento veinte agresores sexuales conocen la reducción de condena y 117 son puestos en libertad. Uno de ellos reincide nada más salir a la calle. Uno de aquellos a los que le rebajan la condena es precisamente uno de los violadores de la Manada de San Fermín. La pena que le habían impuesto le parecía poco a Irene Montero, por eso le rebaja un año más la pena.
De momento se sabe de 1.155 agresores sexuales que se han beneficiado de esta ley. Esto supone que 1.155 víctimas han debido de nuevo pagar, ha abogado y procurador para oponerse al recurso de su agresor. No solo le rebajan la pena el agresor, sino que le exigen un nuevo desembolso económico a la víctima. Por no hablar de tener que pasar de nuevo por un trámite que en muchos casos creían casi olvidado
Irene Montero y toda su tribu ha exigido la dimisión de Luis Rubiales por darle un pico a una jugadora. Ni han dimitido por la chapuza de su ley, ni piensan dimitir
Si creéis que la ley SíEsSí es una chapuza, esperad a ver el articulado de la ley trans, que es chapuza y media, cuyas consecuencias ya empiezan a asomar la patita. Pero si hablas del tema eres fascista y tránsfoba y hay que cancelarte.
A mis 56 años y habiendo vivido 7 de años en un régimen franquista, creo que en todo lo que conozco de democracia este es el peor momento que hemos vivido. O uno de los peores: Cuando se ha hecho de la mentira, la norma; de la corrupción y la malversación, la costumbre; de la polarización, la rutina; y del miedo, el día a día.
