¿Por qué no hay que creerse siempre todo lo que digan los expertos?

Porque los expertos, si es que se han puesto al servicio de un colosal montaje orquestado por uno o varios gobiernos perversos sin que nosotros lo sepamos, no nos van a decir la verdad o toda la verdad, sino que nos van a decir lo que ese gobierno o gobiernos perversos quieren que nos digan.

Esos expertos que fueron los médicos militares que le hicieron la autopsia al cadáver de Kennedy y que, por consiguiente, elaboraron un informe sobre esa autopsia, lo hicieron de tal forma que no pudiera deducirse que Kennedy fue asesinado mediante un fuego cruzado llevado a cabo por tres francotiradores experimentados que le dispararon desde posiciones diferentes. Esos expertos omitieron y quizá también se inventaron lo que hizo falta para que eso nunca se supiera, ya que, de haberse sabido la verdad, habría podido deducirse que el asesinato de Kennedy fue la finalidad de una gran conspiración gracias a la cual, al cabo de un tiempo, los fabricantes estadounidenses de armamento pudieron hacer su agosto con la guerra de Vietnam que se desarrolló posteriormente y que Kennedy estaba dispuesto a impedir… Con todo, y a pesar de la marrullera intervención de esos expertos médicos militares, la gente ha acabado sabiendo la verdad sobre el porqué del asesinato de Kennedy.

 

 

 

A ello ha contribuido mucho la película titulada JFK, que, por supuesto, recomiendo a los que aún no la hayan visto, que deben ser muy pocos. Precisamente, en la parte final de esa película se ofrece otra buena explicación de por qué no hay que creerse siempre todo lo que digan los expertos.

Me refiero al momento en el que el fiscal Jim Garrison explica la muy irrisoria teoría de la “bala mágica”. Se trata de una sola bala que, según quienes pretendían que todo el mundo se creyera que el asesinato de Kennedy fue obra de Lee Harvey Oswald y de nadie más, atravesó el cuerpo de Kennedy y el del Gobernador de Texas, que iba sentado delante de él en el coche negro que tantas veces hemos visto, unas tropecientas veces y agujereando a ambos por no sé cuantos sitios. Que una sola bala realizara una proeza como ésa, algo nunca visto antes ni después en ninguna otra bala, sólo podía deberse a que esa bala se hubiera desplazado en zig-zag.

Que una bala describa una trayectoria en zig-zag es algo que parece imposible -y, de hecho, lo es porque no se sabe de ningún otro caso- . Sin embargo, como dijo el fiscal Jim Garrison, existieron ciertos expertos (otra vez los “incuestionables” expertos) en Física Teórica que “demostraron” que eso había sido posible… En realidad, lo que sucedió es que, contra el Presidente Kennedy, se dispararon bastantes más balas que los sólo tres balas que, según se nos quiso hacer creer, le bastaron a Lee Harvey Oswald para acabar con su vida… y agujerear a Kennedy y al Gobernador de Texas por un montón de sitios.

Si los expertos en Física Teórica que colaboraron con el montaje cuya finalidad era la de encubrir a los verdaderos culpables del asesinato de Kennedy, pudieron inventarse, sin ningún problema, la ridícula y absurda teoría de la bala “mágica”, ¿Por qué no es posible que los expertos a quienes nuestro Gobierno ha elegido para que nos informen sobre el corona-virus, se hayan inventado ciertas mentiras para conseguir que la gente permanezca instalada en el miedo, lo cual la hace mucho más manejable y sumisa?

¿Por qué, según esos mediáticos expertos, es posible que el corona-virus no empiece manifestarse en el organismo de una persona hasta después de que hayan transcurrido 2 semanas o más tiempo desde que se haya contagiado de corona-virus, cuando eso no es posible para ningún otro virus?

¿Por qué es posible que el corona-virus haga que existan personas asintomáticas que, habiendo contraído corona-virus, nunca llegan a experimentar ni un solo síntoma y, sin embargo, pueden contagiárselo a otras personas, cuando no existe ningún otro virus que sea capaz de hacer algo semejante?

(Ayer mismo se habló por televisión de la intención de habilitar albergues para que los asintomáticos que no dispongan de otra opción mejor, puedan hacer cuarentena en esos albergues… Habrá que ver si más adelante se dice algo más sobre el tema… o si queda olvidado para siempre).

¿No podría ser que nuestros expertos se estuvieran inventando algunas mentiras sobre el corona-virus (que lo convertirían en un virus con superpoderes con respecto a todos los demás virus, lo cual es bastante irrisorio) con el propósito de exagerar su verdadera gravedad y conseguir así que siguiéramos teniendo mucho miedo, ese miedo que tan necesario le es a nuestro Gobierno para evitarse problemas y conflictos sociales?

Si el corona-virus sólo fuera en realidad un tipo de gripe (aunque especialmente virulento, como lo fue la gripe A en su día), ¿os creéis que unos expertos que son capaces de inventarse mentiras sobre el corona-virus y de difundirlas para lograr así mantener acojonada a la gente, nos lo dirían?

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