La explosión, atribuida a una reserva de nitratos de amonio, devastó la capital libanesa el martes, traumatizando a los residentes que cuentan sus muertos.
En Beirut
Fragmentos de vidrio, coches destrozados, edificios derrumbados … El martes por la noche, Beirut era una ciudad destrozada.
Con forma de hongo naranja y gris, la explosión, que según las autoridades fue causada por 2.750 toneladas de nitratos de amonio almacenados por razones que aún no están claras en el puerto, hizo volar ventanas a kilómetros de distancia a la redonda, arrancado árboles, y sembrando cuerpos bajo los escombros.
El número provisional de más de 100 muertos y 4.000 heridos aumentará sin duda en los próximos días.
El centro de la ciudad, ubicado a unos cientos de metros del puerto, fue golpeado con fuerza, incluido el imponente edificio del prestigioso periódico local Annahar.
Mohamed, un empleado del estacionamiento en la Place des Martyrs, se apresuró a ayudar.
“Ayudé a trece heridos. El falso techo cayó sobre la cara de uno de ellos. Fue horrible de ver ” , recuerda.
