No se sabe si el rasgo predominante de los indepes es la estulticia, el delirio, la infamia, la deslealtad, la desmesura, la corrupción o el fanatismo.
Aparte de ser unos presuntos delincuentes totalitarios, tramposos e inmorales, el componente ESTUPIDEZ prevalece sobre todos los demás.
Sea cual sea el desenlace judicial del proceso, que habrá que respetar, acatar y cumplir, es una tarea inaplazable inhabilitar a todos los políticos implicados en el desafuero, retirarlos de la circulación, pasar página y llevarlos al PUNTO LIMPIO. Al basurero de la historia, a esa historia universal de la infamia de la que hablaba Borges.
Son impresentables. No deberían gestionar ni la comunidad de propietarios de la casa en la que viven.
No pueden volver a la res pública en su puñetera vida. Son un cero a la izquierda. El de la foto es cada día más patético, más lejano, más ridículo y más inane. Entre ellos han demostrado su deslealtad, sus disputas, sus rencillas, sus envidias. Su calidad humana es directamente proporcional a su capacidad política y a su preparación intelectual.
En el futuro de Cataluña no deben tener cabida para nada que sea importante. Ya han dado motivos más que de sobra para que se les saque la tarjeta roja.