Pedro Sánchez nos habla de concordia para justificar su doblez y justificar así su miserable convenio con el universo nacionalista.
Concordia, con quienes como este perverso personaje, no solo desprecian a quien no forma parte de su tribu, también se regocija con sus tragedias. Nada nuevo bajo el Sol en Cataluña.
Cabe recordar que este individuo es mosso, y que lidera impunemente la acción de otros como él contra el Estado.
Inma Alcolea, asumió en su momento la responsabilidad de denunciar este comportamiento y la complicidad de quienes lo alientan desde la sombra, aun así, seguro del beneplácito de los sacerdotes de su tribu, no ceja en su envenenado apostolado de la intolerancia y la exclusión.
Eso entiende por concordia esta gente a la que Sánchez quiere aplacar con su interesada claudicación.