“¿Recordáis a Juana Rivas, la mujer que secuestró a su hijo y desapareció con él, y que todo el feminismo patrio convirtió en una mártir porque huía de un maltratador?

Finalmente fue encarcelada por rapto a menores y todas las denuncias por maltrato de su marido fueron archivadas. Bien, pues ahora vamos con Jenny Hermoso, porque está recibiendo exactamente el mismo asesoramiento que Juana, un grupo de charos integradas por el movimiento psicópata del lobby feminista que están abocando a desgraciar la vida a una chica que acaba de conseguirlo todo en el deporte.

Vamos a explicar qué es lo que ha pasado y cómo Jenny Hermoso se ha doblegado a esta mafia feministoide que mueve millones y millones en España y en el mundo, en un caso prefabricado artificialmente desde dos frentes. En el lado deportivo, para conseguir la destitución de Rubiales, algo que finalmente han conseguido, pues la FIFA le ha apartado de su cargo. Sí, la FIFA defendiendo mujeres, los mismos que llevaron el Mundial de fútbol a un país donde se apedrea a mujeres y van tapadas de cabeza a los pies. Y en el lado político, el objetivo era la promoción de la defenestrada Irene Montero, la cual tardó poco en meter sus zarpas en el caso para ensalzar la ideología más perversa que existe junto al comunismo, el feminismo.

Vamos a contar con pelos y señales todo lo que ha pasado, comenzamos ahora. Está toda España indignada con ese beso porque la televisión nos está diciendo, por órdenes políticas, que debemos estar indignados. Pero al principio no fue así. Mirad cómo trató el caso La Sexta, la cadena más feminista, socialista, inclusiva que hay, antes de recibir la orden de convertir esto en una inmensa bola de nieve. Bueno, para eso, el que le ha plantado Rubiales a Jenny Hermoso durante la entrega de trofeos, un gesto totalmente espontáneo, producto de la euforia del momento que la jugadora, además, se ha tomado con todo el sentido del humor. Este momento ha sido trending topic mundial.

Entrega de medallas, todas las jugadoras saludan a Rubiales hasta que llega Jenny Hermoso. Abrazo largo y el presidente de la federación le da un beso en la boca, un gesto espontáneo. Así funciona la mafia y así se construye un relato. Nadie en este país dio importancia a ese beso hasta que no hubo una orden para hacerlo.

Pero vamos a ver la secuencia de los hechos, la cual ya expliqué en mi vídeo anterior. Y es que resulta que Rubiales ha decidido no dimitir por esto, algo completamente lógico porque eso implicaría aceptar todas las acusaciones de agresión sexual, que por cierto, no ha sido denunciado a la policía, que es donde se debe denunciar una agresión, no en comunicados ni en shows tuiteros ni televisivos. Estas han sido algunas de las declaraciones de Rubiales: “Ella fue la que me subió en brazos y me acercó a su cuerpo. No nos abrazamos, y yo le dije, ‘olvídate del penalti, has estado fantástica, y sin ti no hubiéramos ganado este Mundial’. Ella me contestó, ‘eres un crack’, y yo le dije, ‘un piquito’. Y ella me dijo, ‘vale'”. Aquí no se está tratando de hacer justicia, eso es falso, se está ejecutando un asesinato social. A mí se me está tratando de matar, hijas, aprenderlo es una lección de vida. Vosotras sí sois feministas de verdad, no el falso feminismo que hay por ahí. Decir algo, no voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir. La señora Montero, la señora Blarra, el señor Echenique se han referido a este a esta acción con la palabra besar violencia sexual sin consentimiento. Por Dios, ¿qué pensarán las mujeres de verdad que han sido agredidas sexualmente? Fue espontáneo, mutuo, eufórico y con sentido.

Esa es la clave. Tras esto, Jenny Hermoso ha sacado un comunicado que parece escrito por el equipo de charos de Irene Montero y que hasta acaba con su firma y el hashtag usado por la ministra de igualdad. En ese comunicado, Hermoso niega el consentimiento y se presenta como una víctima de agresión sexual que estaba en shock por la euforia del momento y que tras el paso del tiempo se dio cuenta de que había sido agredida. Y el paso del tiempo se refiere a los tres días que estuvo de fiesta en Ibiza. Vamos a ver, Jenny, que yo entiendo que hayas tenido que ceder a las presiones de este lobby de psicópatas, que son unas enfermas mentales, me refiero a las feministas en serio. No me quiero imaginar lo duro que ha tenido que ser soportar a esta pandilla de charos, tumbadas por un lado y a la mafia futbolística por el otro, convenciéndote de hacer algo que a ti te sudaba el papo.

Pero si tan empoderada eres, habérnoslo demostrado y haber mantenido la versión del primer día, que suele ser siempre la real, no la que has cambiado en tres ocasiones para que se amoldara a los intereses de cierta gente, porque esto es lo que Jenny dijo en la Cadena Cope cuando se produjo el suceso: ‘¿Sabes lo que iría en España con el pico que te ha dado Rubiales? ¡Madre mía! No, ahora quiero imaginar porque ni yo me lo esperaba. Pero bueno, es que los picos, porque a mí no me importa, o sea, que Jessy, campeona del mundo, hizo lo que me voy a llevar esta noche, pero que hay gente, no me ha gustado, se ha ofendido. Se ha ofendido, sí. A ver, a día de hoy, todo va a estar mal visto por los ojos de quien lo mire, y yo solo puedo decir que ha sido el momento de la fusión y del momento, que no hay nada más allá y que se va a quedar en una anécdota, y ya está. Que la gente vas si le quiere dar bombo se lo va a dar y qui én no, pues no. Pero lo importante, cada uno con su vida. El gato, que no, segurísimo que no va a ir’. Así que, confirmamos a vosotros, esto os parece las palabras de una persona presionada. Bueno, pues vámonos al vestuario, porque este fue el ambiente de hilaridad que se vivía y esta fue la reacción de sus compañeras a esa agresión.

¿Alguien me quiere explicar qué clase de agresión sexual provoca una explosión de risa? No sé yo, si veo una agresión sexual en un vídeo, lo primero que me provoca es vomitar y luego denunciarlo a la policía. Pero no, aquí estaban todas descojonándose de risa, ella incluida, viendo una agresión sexual a su compañera. Jenny dice que no se produjo la conversación que dice Luis Rubiales ni el consentimiento, pero los vídeos parecen decir lo contrario, ya que sí hubo una conversación donde, al parecer, Luis Rubiales sí le preguntó algo y parece ser que fue eso: ‘Y yo le dije, un piquito’. Y aunque no se ve el contraplano diciendo: ‘Pues vale’, como afirma Luis Rubiales, esto es lo que ocurrió en el vestuario: ‘Y ella me dijo, ‘vale’. Pero bueno, al ser una secuencia incompleta, no se puede asegurar nada. Ahora mismo es su palabra contra la de él. Aunque, viendo que él no ha cambiado su versión y la otra lo ha hecho en tres ocasiones, creo que está claro quién va a salir perdiendo.

Es un caso tan prefabricado que es una golosina para cualquier abogado que quiera defender a Rubiales. En el ámbito social, Rubiales lo tiene todo perdido, pero en el ámbito legal, es literalmente lo contrario. Los vídeos, las declaraciones, la actitud de ella, sus contradicciones, es todo tan burdo que en cuanto esto pase al plano judicial, Jenny se va a ver envuelta en un lío bastante complejo del que le va a ser bastante difícil salir, porque la secuencia de los hechos la delata: ambiente festivo de juergas, se produce un pico sin contenido sexual, que es algo importantísimo para que se produzca este tipo de agresiones, ella lo celebra, que por cierto, lo de ‘no me ha gustado’, como he explicado mil veces, lo dice en tono de broma, porque Jenny es lesbiana, pero seguimos. Después de eso, Jenny hace unas declaraciones en la Cope diciendo que es una chorrada, que eso no va a ir a más, que es una tontería, que los picos hay que se le caigan a otros porque a mí no me importa. Luego se va de fiesta, se pone una calcomanía que dice ‘no hay verano sin beso’, y finalmente, cuatro días después, aparece presentándose como una víctima de una agresión y con el hashtag que estaba usando Irene Montero en Twitter.

Mira, a mí no me toques los ovarios, que a mí Rubiales no me cae bien, tampoco lo conozco, pero lo que me parece de una bajeza terrible es que sus hijas hayan tenido que escuchar durante casi una semana que su padre es un abusador o un agresor sexual cuando todos y todas sabéis que es falso. Rubiales será un corrupto, un chanchullero, lo que quieras, pero no es un agresor sexual, que es algo gravísimo que puede dejar marcada a unas niñas y anuladas en el plano social. Vosotros imaginaos a esas niñas en el colegio o el instituto, recibiendo bullying y siendo marginadas por sus compañeras por culpa de las acusaciones de una pandilla de taradas, mientras la supuesta víctima estaba en Ibiza con un mojito en la mano.

Mira, idos a tomar por culo. Pero sabéis que os digo que, en el fondo, que un socialista como Rubiales reciba de su propia medicina nunca está de más, porque sí, Rubiales es del PSOE, de Familias Socialistas, su padre, sin ir más lejos, fue alcalde de Motril, el Partido Socialista. Así que, que no quieran hacerle pasar por un representante de la extrema derecha española, porque no es de los vuestros, señores. Lo que no quita que, ante una injusticia, haya que señalar a los culpables, y en este caso, Rubiales no lo es.

Luego, aquí mucha gente está mezclando varias cosas. Una cosa es este caso prefabricado, inventado y manipulado para un fin concreto, y otro el debate de que este señor sea apto o no para el puesto que ocupa. Son dos cuestiones completamente distintas. Yo puedo pensar que Rubiales debe dimitir por sus sombras y corruptelas, incluso por ese acto zafio de tocarse los huevos delante de la Reina. Para mí, eso ya es suficiente para que se fuera a su casa. Y otro, que tenga que hacerlo por un show esperpéntico que han montado las feministas para levantar a Irene Montero del pozo del olvido en el que estaba, con el gobierno incluido.

Aunque al final, lo que queda patente y al descubierto son dos mafias corruptas: la feminista y la del fútbol. Y ahora vamos con Montero, porque esta señora que es la enemiga número 1 de las mujeres españolas no pudo evitar meter las manazas en este caso para darse visibilidad, que es lo único que le gusta hacer. Ya lo hizo con el tema Rosito, otro caso falso de maltrato inmediatizado con los fines que todos ya sabemos, y también manejado por el Ministerio de Igualdad. Es curioso, ¿verdad, que Irene Montero siempre salga con el foco en televisión para casos fabricados por ella misma? Pues Irene lanzó un vídeo ayer con el hashtag ‘se acabó’, que también usó Jenny Hermoso en su comunicado, básicamente para hacer lo único que sabe: actuar, criminalizar y meterse en follones, que es lo que va a ocurrir cuando Rubiales se ponga delante de un juez y tenga que pagarle una indemnización, como ya ocurrió con Rafa Marcos cuando le acusó de maltratador.

Pero mira, Irene, ya que sales toda chula hablando en nombre de las mujeres para defenderlas y protegerlas, quiero recordarte que gracias a ti las mujeres hoy están menos seguras, porque hay más de 100 violadores en la calle, por tu culpa, y más de mil que han sido beneficiados con una rebaja de condena, han salido en libertad antes de lo previsto, y de eso solo tú eres responsable. Así que no vengas a tocar los cojones y elegirte como la abanderada protectora de las mujeres cuando eres tú la que ha puesto en peligro a las mujeres, soltando a depredadores sexuales antes de tiempo.

Y para terminar, solo quería darle la enhorabuena a Jenni Hermoso por haber pasado de ser la campeona del mundo a Jenny ‘la del beso’, porque así es como vas a ser recordada para siempre. A cualquier persona que preguntes por la calle quién es Jenni Hermoso, te dirá ‘la del beso de Rubiales’. Vamos, que vas a estar toda la vida a la sombra de un hombre, y eso es por haberte dejado influir por esta mafia que pudre todo lo que toca, el feminismo. Solo el feminismo podía conseguir que tras un histórico triunfo femenino en el deporte, de quien se acabará hablando las 24 horas del día, fuera precisamente de un hombre.

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