PODEMOS a muerto.
A podemos lo ha matado un Maduro con coleta.
A podemos lo ha matado un casoplón construido bajo la mirada incrédula de un puñado de gente que un día tuvo un sueño, una utopía irrealizable.
A podemos lo ha matado las luchas internas, la depuración de los que no piensan lo mismo, el más puro y rancio comunismo heredero de las prácticas de Stalin.
A podemos lo ha matado la mentira con la que nació. El ansia de poder. El desprecio total por los ciudadanos.
Esa ha sido la muerte de podemos.
Una muerte anunciada.
Una muerte que todos intuíamos que iba a llegar.
Ahora podemos agoniza entre algunas voces que aún legitiman los asesinatos de maduro en Venezuela. Entre las voces que gritan por una república española que que hace muchos muchos años dejó de existir. Rancias voces que claman por una verdadera democracia cuando lo único que desean es la más dura de las dictaduras.
Hubo un momento en el que PODEMOS creyó qué iba a hacerse con el ministerio de defensa, con el ministerio de interior, con los medios de comunicación estatales. con Televisión Española, con… con todos los elementos de poder y disuasorios con los cuales someter a España y a los españoles como sus amigos hacían en Venezuela.
Hoy en día lo único que tienen de la sociedad española es el más duro de los desprecios y la certeza de que este país no pueden permitirse partidos que apestan a rancia dictadura.
PODEMOS a muerto.
No dejemos que salga de su tumba.