“Lo que se dice a quien se le dice todo, no es ni la mitad de lo que se le calla” Máximes de la vie

Las acciones que llevaron a los protagonistas del Procés a ser enjuiciados y condenados, solo fue la punta del iceberg. La Comunidad Catalana era y continúa siendo un escenario absolutamente controlado por aquellos que exprimieron los recursos y hasta el alma de gran parte de este pueblo. Pero eso no es todo. Tras la “revolución de las sonrisas” y las ejemplarizantes acciones democráticas que quisieron imponernos, se esconde según un muy bien documentado informe de la Universidad de Gotemburgo, el gobierno más corrupto de España.

Controlan desde siempre el poder de las principales Instituciones y sobre todo y lo más importante, de los medios (TV3, prensa radio…) para construir un relato que blanquea sus errores y justifica sus maquinaciones. Un relato tan lejos de la realidad, que para imponerlo, por generaciones fue necesaria la interesada contribución de quienes vendieron sus méritos y credenciales en beneficio de una falacia que está a un paso de transformarse en ese falso paradigma que fundamente el error por décadas. Tristemente, los diferentes gobiernos de la Nación permitieron y hasta contribuyeron a que la hoja de ruta del nacionalismo se desarrollara con pocos disimulos hasta que fue demasiado tarde.

Cuando el supremacismo, supo seducir a millones de catalanes vendiéndoles sus intereses particulares, como parte de una causa superior, (la más justa y noble del universo), ya era tarde. Desde entonces y hasta ahora, y tras unos juicios y condenas, el relato sigue siendo favorable a los heroicos transgresores. No importa la corrupción, el nepotismo, el desprecio a los ciudadanos que sufren el ninguneo de unas Instituciones usufructuadas a perpetuidad, y lo peor, es que gran parte de la ciudadanía de otras comunidades están interiorizando favorablemente un relato que casi nos conduce al abismo.

En ese sentido, Sánchez ha superado a todos sus antecesores (y eso es mucho decir) pero sobre todo se ha superado a sí mismo. Cuando anunció unos indultos claramente inspirados en sus intereses políticos, esperaba seguramente, que los beneficiarios reconocieran el gesto, lo agradecieran y abrieran las puertas a esa escenificación que tanto necesita para blanquear su gestión. No parece que así sea.

O.Junqueras entre otros, ya están publicitando estos indultos, no como un acto de “concordia frente a la venganza”, más bien lo contrario. Atribuye esta gracia, a la debilidad del Estado, su falta de convicción en sus resoluciones… Mientras, “…el indulto permitirá que haya más personas trabajando por la independencia:

“Si somos más útiles estando fuera que dentro…”

También Jordi Cuixart se ha pronunciado sobre el indulto. Considera que es “el preludio de la derrota que sufrirá España en Europa”… Como verán ustedes todo un propósito de enmienda.

Hubo un “Procés” que causó la fractura social más indeseable en una comunidad tradicionalmente plural e integradora. Hubo unos juicios que pusieron en contexto las transgresiones de los imputados, demostrando sus malas intenciones, la volatilidad de sus convicciones y su oportunismo. Tras años de errores por parte de unos y otros, parecía que la justicia ataría en corto a los protagonistas de tantos desmanes, a la vez que debilitaría el relato nacionalista en beneficio del Estatut, la Constitución y la reconciliación. Todo indica que unos salen beneficiados y redimidos, y los otros claudican envueltos en su engañosa retórica.

Al final y como siempre, la sociedad pagará los platos rotos de tanta insania y codicia política.

También esta vez esperemos que acuda la Providencia al quite.

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