¡Notición en Francia!
Los comunistas han ganado, y esto solo significa una cosa: ¡Francia aún puede empeorar! Los franceses se aferran a la utopía de una vida sin responsabilidades mientras los adultos de verdad lidian con tareas incómodas como limpiar y trabajar.
El siempre polémico Mélenchon se niega a negociar con los centristas y le exige a Macron un primer ministro que implemente el programa del Frente Popular. Un bofetón necesario para un presidente cegado por su propia grandiosidad.
Y mientras tanto, la eterna amenaza de Le Pen sigue en el horizonte, desprestigiando a la autoridad y haciendo crecer a los “enanos” políticos.
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