El pin parental contra el que clama el gobierno es un instrumento para evitar que tu hijo llegue a casa y diga que Otegi visitó el cole y lo idolatra, que las mujeres que secuestran a sus hijos o ponen denuncias falsas son heroínas y que pretenda penetrar a su hermanito para liberarlo del heteropatriarcado.
El pin parental exige recabar la autorización previa de padres para inculcar a sus hijos cualquier contenido que pudiera contradecir la educación familiar. En España no gusta al gobierno de extrema izquierda, pero se hace en EEUU y con TODOS sus gobiernos, incluido el de Obama.