El peor pecado de una sociedad es creer que sus poderes democráticos son representativos de sus ideales e intereses.

La MAL LLAMADA DEMOCRACIA está diseñada para manipular a las masas como marionetas, haciéndoles creer que son escuchadas y representadas por sus políticos, y que sus derechos e intereses, son cuidados, respetados y defendidos por la justicia.

Nada más lejos de la realidad.

Y sino… por que hay que “aguantar” a una banda de sinvergüenzas, felones y vividores queramos o no?

Por que no existe unos mecanismos más ágiles y rápidos para deshacerse de unos políticos que una amplia mayoría no quiere y sin embargo, como mínimo, tenemos que soportarlos hasta que finalice la legislatura?

¿POR QUE?

La respuesta es bien simple: Porque no les da la gana.

Ellos son los que mandan y les importa una mierda lo que `piense el ciudadano, les hayan votado o no.

¿Cómo van a dejar las “chupandainas” más importantes de sus “carreras”, verbigracia el chico de llevar y traer los cafés en Ferraz, llegado ahora, con la ayuda de Soros a presidente del gobierno?¿Cómo lo va a dejar?

Ni hablar, que se “jodan los ciudadanos”. ! Yo a la voz de mi amo y a disfrutar que no se llega a “presi” todos los días…

¿Por que si los ciudadanos ya no queremos que sigan ahí, por que no se van?

Pues porque son ellos, la casta política, los que nos imponen las normas, las pautas que hemos de seguir, paradójicamente, aquellos que les hemos “investido” DEL PODER para poder hacer esto mismo.

He aquí la tremenda GILIPOLLEZ en que se basa la engañifa de la LLAMADA DEMOCRACIA:Mientras la sociedad aceptemos este tremendo TIMO, los unos “vivirán como dios” mientras los otros (la inmensísima mayoría) estaremos jodidos bajo la presión de la bota de este sistema llamado democracia, y que hace muchos siglos “inventaron” los atenienses y que la actual EN NADA SE PARECE A LA PRIMIGENIA GRIEGA.

Si.

Esa que consistía en la pirámide invertida. El pueblo arriba, los políticos (por riguroso turno obligatorio) debajo, cumpliendo a rajatabla con las funciones que se les asignaban. Y sino, si su gestión, la asamblea, es decir, el pueblo dictaminaba que no se había “esmerado” a fondo, eran apedreados públicamente y arrojados indignamente quedando marcados para la sociedad.

La pirámide sigue INVERTIDA, pero… VUELTA DEL REVÉS.

Ahora el apedreado es el pueblo, los ciudadanos.

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