El otro día comentaba que con el Gran Experimento de Boris Johnson íbamos a tener que jugar la prórroga, porque la pandemia en Inglaterra se mantiene controlada a duras penas y no sabemos qué pasará al abrir los colegios.

En ese sentido, ya tenemos datos de Escocia (que abre los colegios dos semanas antes que Inglaterra) y no son precisamente buenos. En solo una semana, los casos se han disparado de forma espectacular:

Y eso que en Escocia (que se rige por normas distintas) las mascarillas y la distancia siguen siendo obligatorias en las aulas. Dentro de una semana abren colegios en Inglaterra. Parece lógico que pase como en Escocia, pero con este virus yo ya no doy nada por sentado.

Para ser del todo precisos, el Experimento se puso en marcha recurriendo a un “truco” (para reducir el riesgo): el levantamiento de restricciones se hizo coincidir con el cierre de colegios.

Al coincidir con las vacaciones el inicio del experimento, se atenuaba la velocidad de expansión del virus: ningún brote escolar, menos brotes laborales, menos desplazamientos, una parte (pequeña) de la población en el extranjero…

¿Cuál ha sido el resultado? Pues uno que nos ha dejado a todos con la duda. Por un lado, el experimento ha sido un éxito hasta el momento, porque los casos (y las hospitalizaciones) NO se han descontrolado, a pesar de levantar TODAS las restricciones.

Pero tras una bajada inicial (debida el cierre de colegios), los casos en Inglaterra están volviendo a subir. Lentamente, sin descontrolarse, pero suben:

Lo mismo sucede con los ingresos diarios, el total de pacientes hospitalizados y los pacientes en UCI: los datos NO se han descontrolado y están CASI planos. Pero “casi” implica que NO están planos: suben muy ligeramente, pero suben.

La conclusión que podemos sacar de ello es que con la combinación vacunas + colegios cerrados + vacaciones, la variante india del COVID está “casi” a raya. Ese “casi” significa que el virus no se expande, pero tampoco va a menos.

En términos técnicos, se dice en estos casos que R = 1, aproximadamente. (R es el número reproductivo, que indica la velocidad con que el virus se expande. Si es mayor de 1, la epidemia va a más; si es menor de 1, la epidemia retrocede; si es igual a 1, se mantiene estable).

Peor pinta tiene la gráfica de fallecidos, que están creciendo de manera sostenida y clara (es decir, más rápido que los casos o las hospitalizaciones):

Si el objetivo era hacer del COVID una gripe (es decir, unos 50 fallecidos/día), resulta que ya vamos por gripe y media. Y camino de dos gripes: la media a 7 días está ya en 82 fallecidos diarios y subiendo.

CONCLUSIONES

Conclusiones hasta el momento:

La pandemia NO se ha descontrolado – pero estamos manteniendo a raya al virus (es decir, R<=1) a muy duras penas – y con datos de fallecimientos que no pintan demasiado bien y que habrá que vigilar (la tercera dosis podría ayudar aquí)

Si alguien nos garantizara que los números van a seguir así en los próximos meses, firmaba ahora mismo. Pero el problema son las condiciones que comentaba en los tuits 4 y 5 de este hilo: si ahora mantenemos al virus a raya a duras penas, ¿qué pasará al acabar las vacaciones?

Es por eso que vamos a tener que jugar la prórroga y ver cómo evolucionan las cifras una vez que las vacaciones terminen. Es decir, una vez que vuelvan los brotes en los colegios, haya más brotes laborales y vuelvan a casa todos los turistas.

Conclusión final: de momento, Boris Johnson ha conseguido mantener el virus controlado y sigue teniendo opciones de medalla. Pero hasta que no acabe la prórroga no sabremos si el Gran Experimento ha tenido éxito o no.

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