España es un país contradictorio y en muchos aspectos autodestructivo. El hecho de que esté subdividido en 17 autonomías no tenía por qué añadir mayor carga negativa a la ya existente, pero como no podía ser de otra manera dada nuestra naturaleza, así está sucediendo.
Como si de un reino de taifas cualquiera se tratara, cada una de ellas compite en cuanto a destruir aquello que nos une anulando los pocos logros obtenidos, y borrando en lo posible nuestra identidad compartida. Ahora, a todo lo anterior añadimos esta noticia, que teniendo la apariencia de lo políticamente correcto, atenta contra la igualdad entre las diferentes opciones religiosas, y se muestra claramente discriminatoria con la católica.
Si en vez de ser clases de religión islámica lo fueran sobre el cristianismo, y específicamente sobre el catolicismo, los mismos que promueven la primera pondrían el grito en el cielo recordándonos que somos un estado si no laico, sí aconfesional, y es que el empeño de algunos en demostrarnos su inutilidad sin aportar nada a la ecuación de la convivencia y aprovechando cualquier oportunidad para poner de los nervios a unos, mientras favorecen a otros sin evaluar sus credenciales…Así nos va y a verlas venir.