El Zasca Fiscal del Año: Cuando tu Jefe Filtra y Tú le Sueltas «¡Has Filtrado los Correos!» sin ni Buenos Días
Ay, amores, que esto es mejor que cualquier culebrón de sobremesa. Almudena Lastra, la jefa de la Fiscalía Superior de Madrid, ha soltado en el juicio unas perlitas sobre Álvaro García Ortiz que tienen más veneno que el café de las mañanas. Y es que la señora fiscal no se anduvo con rodeos: nada de «buenos días, jefe» ni cortesías varias. Directa al grano. «¡Has filtrado los correos!» le espetó. Así, sin anestesia.
La cosa es que García Ortiz, el fiscal general del Estado (sí, el mismísimo jefazo), está sentado en el banquillo por presuntamente haber filtrado un email comprometedor. Y Lastra ha llegado al juicio con los cuchillos bien afilados, dispuesta a contar todo lo que vio, oyó y sospechó aquella noche del 13 de marzo de 2024. Spoiler: no le gustó nada.
La Noche que Todo se Fue al Garete (o Cómo Arruinar un Partido de Fútbol)
Vamos a ponernos en situación. Alberto González Amador, la pareja de Isabel Díaz Ayuso (sí, la presidenta de Madrid), estaba en el punto de mira por un presunto fraude fiscal. Normal, otro día en la oficina. Pero entonces Miguel Ángel Rodríguez, el jefe de gabinete de Ayuso, empezó a decir a los medios que el fiscal había ofrecido un pacto y que «órdenes de arriba» lo habían parado. ¡Toma ya! Drama garantizado.
Lastra se enteró a las 20:26 de la tarde. Su jefe de prensa la llamó hecho un flan. Había que desmentir eso urgentemente porque, según ella, era todo mentira. Ni había órdenes de arriba ni el fiscal Julián Salto había ofrecido nada por iniciativa propia. Salto, por cierto, estaba tranquilamente viendo el Atleti en el Metropolitano cuando le sacaron del partido. «Me han sacado del partido», dijo enfadadísimo. Y claro, cuando te sacan del fútbol para hablar de filtraciones, la cosa pinta mal.
Pero aquí viene lo jugoso. García Ortiz tenía prisa. Mucha prisa. Demasiada prisa. Lastra declaró que ella es de las que «mientras más presión, más despacio». Una mujer de principios. «Yo es que soy fiscal; yo trabajo por las mañanas», soltó. Iconic. Pero su jefe no pensaba igual. A las 21:54, Pilar Rodríguez, la fiscal provincial de Madrid, le reenvió la cadena de emails entre el abogado de González Amador y la Fiscalía. Y Lastra se quedó pasmada. «Pilar, los van a filtrar», le dijo literalmente.
«Eso Ahora No Importa»: La Frase que Se le Grabó en el Alma
Al día siguiente, Lastra no perdió el tiempo. Ni los buenos días le dio a García Ortiz. Fue directa: «¿Has filtrado los correos?». Y él, con una tranquilidad pasmosa, le respondió: «Eso no importa ahora». Ahí es nada. Lastra confesó que esa frase «se le quedó grabada en el alma». Porque a ella sí le importaba. Y mucho.
La fiscala contó que aquella noche del 13 de marzo, cuando todo empezó a precipitarse, ella dio la orden de apagar el móvil y no tocar el asunto hasta el día siguiente. «Eran las 22 de la noche, yo me levanto a las 6 de la mañana», justificó. Una mujer con horarios. Mientras tanto, la Cadena Ser ya estaba contando en directo la existencia del email del 2 de febrero. ¿Casualidad? Lastra lo tiene claro: no.
Lo mejor de todo es que Lastra admitió que no entendía «la prisa». Que para qué tanta urgencia si el tema podía abordarse tranquilamente al día siguiente. Pero claro, cuando hay correos que filtrar y desmentidos que publicar, parece que las prisas son inevitables.
Su jefe de prensa, por cierto, se plantó cuando le quisieron colar la nota de prensa que venía desde la Fiscalía General del Estado. «Dimito», dijo el hombre. Y es que el borrador era tan descarado que Lastra no pasó del primer párrafo. «No creo que sea nuestro papel desvelar la estrategia de defensa de nadie», sentenció. Zasca doble.
Al final, el comunicado se publicó a las 10:22 del 14 de marzo, pero con el membrete de la Fiscalía Provincial de Madrid. Porque la de Lastra no quiso mancharse las manos con ese texto.
Lastra también dejó claro que ninguno de ellos sabía que González Amador era la pareja de Díaz Ayuso. «Ni sabía que tenía pareja», enfatizó. Vamos, que el novio de Ayuso era un perfecto desconocido hasta que saltó a la prensa. Y cuando eldiario.es publicó el 12 de marzo que había una investigación contra él, Lastra tuvo una «conversación de pasillo» con Salto en la que le dijo: «Qué mala suerte has tenido». Porque claro, ser el fiscal que investiga al novio de la presidenta de Madrid es como sacar la pajita más corta.
Carlos Neira, el abogado de González Amador, había ofrecido un pacto para que su cliente confesara a cambio de evitar la cárcel. Pero Miguel Ángel Rodríguez salió diciendo que eran órdenes de arriba las que habían frenado el acuerdo. Y ahí empezó todo el circo.
Lo más cínico de todo es que García Ortiz está siendo juzgado precisamente por filtrar ese email. Y Lastra no tiene pelos en la lengua para contarlo. Ha reivindicado que todas las filtraciones se produjeron cuando la información había salido «de la casa». Aunque la abogada del Estado le recordó que un periodista declaró que su fuente estaba en una tercera planta. ¿Y dónde estaba la Fiscalía de la Comunidad de Madrid? Pues en la tercera planta. Qué casualidad, ¿no?
Lastra confesó que ni siquiera llegó a leer la cadena de emails aquella noche. Que eran las 22:00, que ella se levanta a las 6:00 de la mañana y que ya está bien de trabajar fuera de horario. Una heroína de nuestros tiempos.
En resumen: Lastra llegó al juicio con las cosas muy claras. Que García Ortiz tuvo prisa sospechosa, que filtró los correos y que cuando ella le preguntó de frente, él le dijo que no importaba. Pero a ella sí le importó. Y mucho. Tanto que se lo ha soltado delante de todo el mundo en pleno juicio. Porque hay cosas que no se olvidan. Y «eso ahora no importa» es una de ellas.