Sesión de ayer en el Congreso.

P. Iglesias dirigiéndose a Cayetana Álvarez de Toledo: “Señora marquesa…, señora marquesa…, señora marquesa… etc, etc.”

Respuesta de Cayetana Álvarez de Toledo: “Con relación a mi título, al que usted se refiere, no somos responsables de nuestros padres, ni siquiera de lo que vayan a ser nuestros hijos, pero le voy a decir que usted es el hijo de un terrorista”.

Contestación del matón P. Iglesias: “Hoy, la marquesa Cayetana Álvarez de Toledo ha cometido un delito en el Congreso llamando terrorista a mi padre. Sus privilegios aristocráticos le hacen creerse impune”.

A ver, matón. Tu papá fue miembro del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista), grupo terrorista creado en 1973 por Julio Alvarez del Vayo, perteneciente al ala más extremista del partido comunista (si es que alguna vez ha existido alguna tendencia moderada comunista). Sí, partido comunista, al igual que el partido comunista de la unión soviética, China, Cuba, Venezuela, etc., y causante de más de 100 millones de muertos.

Dicho grupo fue creado con intenciones criminales y para cometer actos terroristas, cuyos propósitos eran, entre otros: instaurar un Frente Popular, similar al existente en la 2ª República, constituir una República Popular (al estilo de la República Popular China, Unión Soviética, RDA, etc), confiscar bienes y nacionalizar propiedades para incorporarlas a dicho régimen comunista.
Para lograr estos objetivos “marxistas´leninistas”, mataron al subinspector de la policía, Juan Antonio Fernández Gutiérrez; asesinaron de 8 disparos al agente de la policía, Lucio Rodríguez Martín; intentaron asesinar al policía, Justo Pozo Cuadrado (que logró sobrevivir); asesinaron a un teniente de la guardia civil, Antonio Pose Rodríguez; asesinaron a un miembro de la caballería de la policía, Juan Ruiz Muñoz; y al policía Diego del Río Martín, hiriendo de extrema gravedad a Enrique Camacho.

En ningún caso, Cayetana Alvarez de Toledo indicó que el papá del matón de Galapagar, asesinara, matara o secuestrara, sino que era terrorista. Pertenecer y ser miembro de un grupo terrorista, es ser terrorista. Al igual que ser teniente de intendencia, es ser militar. Al igual que los comandos de información de Eta y que pasaban dicha información a los comandos armados para cometer atentados, eran y son terroristas.
Un terrorista es aquel que pertenece y es miembro de un grupo terrorista, al igual que un narcotraficante lo es, si pertenece a un grupo dedicado al narcotráfico, aunque sólo se dedique a contar los kilos de coca que entran en un almacén.
Pero, para mayor abundamiento, el matón de Galapagar, hoy Excelentísimo Marqués de Galapagar, escribió lo siguiente: “Créanme si les digo que siendo hijo de un militante del Frap, y habiendo militado donde milité, tiene su mérito admirar a Carrillo”.

No somos nosotros los que decimos que lo fue, que lo fue!, sino que fue el mismo P. Iglesias quien lo afirmó. El papá del matón de Galapagar, hoy Excelentísimo marqués de Galapagar, Javier Iglesias Peláez, fue miembro del FRAP y condenado por el Tribunal de Orden Público, por pertenencia a grupo terrorista. Curiosamente, fue defendido por José Bono.
Quien es condenado por pertenencia a grupo terrorista, se llama “terrorista”, del mismo modo que el que es condenado por pertenencia a grupo criminal, es un “criminal”.
Punto y final; y ahora, a esperar con orgullo la avalancha de querellas que nos presentarán el matón de Galapagar, hoy Excelentísimo Marqués de Galapagar, y su papá Javier Iglesias, por decir lo que en realidad fue, y que su propio hijo afirmó, esto es, miembro de un grupo terrorista, llamado FRAP.

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