Hay algo por encima de lo cual no lo están los epidemiólogos, virólogos, microbiólogos y demás expertos mediáticos elogiados por nuestro Gobierno, por muy expertos que éstos sean (como tampoco lo están, ni esos repentinamente autoproclamados expertos que tan aficionados son a exagerar la capacidad para contagiarse y para matar del corona-virus, ni lo estamos todos los demás), y ese algo es lo que se llama MÉTODO CIENTÍFICO.

Según el método científico, para comprobar que una hipótesis es cierta y es válida, se deben llevar a cabo experimentos que así lo demuestren (es lo que se corresponde con lo que, según el método empírico, que tampoco es moco de pavo, es llamado “Prueba de hipótesis”). Si los experimentos llevados a cabo no logran demostrar la validez de una hipótesis, hay que llegar forzosamente a la conclusión de que esa hipótesis no vale una mierda y se debe arrojarla a la basura.

Esto es precisamente lo que ha sucedido con el experimento que tenía que demostrar la hipótesis de que el confinamiento de prácticamente todos los españoles (con la consiguiente pérdida de sustanciosos ingresos y, en muchos casos, de puestos de trabajos necesarios para subsistir) iba a servir para parar el número de contagios de corona-virus.

A pesar de que los españoles ya llevamos más de 4 semanas confinados y ya hemos entrado en la 5ª semana de confinamiento, el número de contagios de corona-virus no para de aumentar, así como el número de muertes provocadas por el corona-virus… y seguramente así seguirá siendo en lo sucesivo, por mucho que se nos obligue a seguir encerrados en casa y aunque, como consecuencia de ello, se siga destrozando, cada vez más, la economía de nuestro país a lo tonto (también según el muy objetivo y nada partidista método científico).

Incluso desde el punto de vista de quienes se creen la patraña -yo nunca me la he creído- de que el corona-virus, en ocasiones, no empieza a hacerse notar en el organismo de una persona hasta que no ha disfrutado de unas vacaciones de 2 semanas, es decir, hasta después de que hayan transcurrido 2 semanas desde que esa persona se contagió de corona-virus, el resultado del experimento del confinamiento al que tan despótica e irresponsablemente nuestro Gobierno nos obligó y nos sigue obligando, debe ser considerado un rotundo fracaso. También para los demasiado crédulos ha pasado tiempo más que suficiente para que se convenzan de que el confinamiento no sirve para nada.

Más le valdría al Ministro Marlaska, en lugar de amenazar a los que difunden bulos por las redes sociales (será porque los políticos nunca cuentan mentiras), recomendarles a esos expertos que tanto ensalza nuestro Gobierno, que, como hombres de ciencia que se supone que son, procuren disimular un poco que se están pasando el MÉTODO CIENTÍFICO por el forro de los cojones.

La redacción de este texto ha sido inspirada por la pregunta más inteligente que hoy se les ha dirigido a los ministros Illa y Marlaska, por lo que le agradezco a la periodista que la ha formulado que así lo haya hecho. Por otra parte, la intervención de un periodista del rotativo francés “Le figaro”, dejando bien claro que España es el país de Europa donde se han adoptado las medidas más drásticas para combatir el corona-virus, también es de agradecer.

 

Y YA ESTÁ CIENTÍFICAMENTE DEMOSTRADO

Hay algo por encima de lo cual no lo están los epidemiólogos, virólogos, microbiólogos y demás expertos mediáticos elogiados por nuestro Gobierno, por muy expertos que éstos sean (como tampoco lo están, ni esos repentinamente autoproclamados expertos que tan aficionados son a exagerar la capacidad para contagiarse y para matar del corona-virus, ni lo estamos todos los demás), y ese algo es lo que se llama MÉTODO CIENTÍFICO.

Según el método científico, para comprobar que una hipótesis es cierta y es válida, se deben llevar a cabo experimentos que así lo demuestren (es lo que se corresponde con lo que, según el método empírico, que tampoco es moco de pavo, es llamado “Prueba de hipótesis”). Si los experimentos llevados a cabo no logran demostrar la validez de una hipótesis, hay que llegar forzosamente a la conclusión de que esa hipótesis no vale una mierda y se debe arrojarla a la basura.

Esto es precisamente lo que ha sucedido con el experimento que tenía que demostrar la hipótesis de que el confinamiento de prácticamente todos los españoles (con la consiguiente pérdida de sustanciosos ingresos y, en muchos casos, de puestos de trabajos necesarios para subsistir) iba a servir para parar el número de contagios de corona-virus.

A pesar de que los españoles ya llevamos más de 4 semanas confinados y ya hemos entrado en la 5ª semana de confinamiento, el número de contagios de corona-virus no para de aumentar, así como el número de muertes provocadas por el corona-virus… y seguramente así seguirá siendo en lo sucesivo, por mucho que se nos obligue a seguir encerrados en casa y aunque, como consecuencia de ello, se siga destrozando, cada vez más, la economía de nuestro país a lo tonto (también según el muy objetivo y nada partidista método científico).

Incluso desde el punto de vista de quienes se creen la patraña -yo nunca me la he creído- de que el corona-virus, en ocasiones, no empieza a hacerse notar en el organismo de una persona hasta que no ha disfrutado de unas vacaciones de 2 semanas, es decir, hasta después de que hayan transcurrido 2 semanas desde que esa persona se contagió de corona-virus, el resultado del experimento del confinamiento al que tan despótica e irresponsablemente nuestro Gobierno nos obligó y nos sigue obligando, debe ser considerado un rotundo fracaso. También para los demasiado crédulos ha pasado tiempo más que suficiente para que se convenzan de que el confinamiento no sirve para nada.

 

Más le valdría al Ministro Marlaska, en lugar de amenazar a los que difunden bulos por las redes sociales (será porque los políticos nunca cuentan mentiras), recomendarles a esos expertos que tanto ensalza nuestro Gobierno, que, como hombres de ciencia que se supone que son, procuren disimular un poco que se están pasando el MÉTODO CIENTÍFICO por el forro de los cojones.

La redacción de este texto ha sido inspirada por la pregunta más inteligente que hoy se les ha dirigido a los ministros Illa y Marlaska, por lo que le agradezco a la periodista que la ha formulado que así lo haya hecho. Por otra parte, la intervención de un periodista del rotativo francés “Le figaro”, dejando bien claro que España es el país de Europa donde se han adoptado las medidas más drásticas para combatir el corona-virus, también es de agradecer.

 

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