Efecto Miriam
Mi madre es incapaz de ver una película sin comentarla como si fuese una YouTuber. Al telediario le sigue llamando parte. No tiene ni idea de si la COPE es más de derechas que la SER porque ella siempre escucha la ARADIO por el canal que HAIGA cuando gira el botón como si fuese el de la hornilla.
Mi madre lleva 80 años menos 6 meses sin clases. Escribe boquerones con V pero te los limpia como si sus manos fuesen las de un carterista. Eso sí, tiene una curiosidad tan insaciable como sus ganas de que repitamos plato cuando comemos en su cocina. MÍRIA, ¿los españoles dónde estábamos antes de que España fuese España? MÍRIA, ¿qué harán con todos los vestidos que salen en la tele si no se los vuelven a poner? Y lee. MUCHO, TANTO, aunque a los 5 minutos no se acuerde ni de dónde ha puesto el libro.
Mi madre repite 38.674 veces que cuando no escucha bien el teléfono es porque se está quedando sin batería, no porque viva a los pies de un cerro y apenas tenga cobertura. Jamás ha encendido un ordenador pero guarda toda las letras que pagó para que yo sí tuviese uno cuando empecé la carrera. Aunque no le gustase la que elegí. Aunque se quitara el dinero de arreglarse la boca.
Mi madre sigue teniendo unos zapatos hasta que se rompan. ¿Y para qué quieres más si no te puedes poner dos a la vez? Pero los botes de garbanzos que no falten en la despensa. ¿Para qué quieres tantos? Por lo que ACAEZCA, hija, que eso nunca esta de más.
Mi madre limpia el trozo de calle de la vecina porque no le cuesta nada aunque las piernas le arrastren de dolor, de cansancio. Tiene una silla para esperarnos, una mecedora en la que hace ganchillo y la patilla de las gafas con esparadrapo.
Mi madre tiene los brazos fresquitos en verano y el tamaño de sus manos es justo el de la medida de mi cara. Hace unos meses cumplió el sueño de que le pintaran las cejas bonitas con una cosa que no se borra – ¡Hay que ver MÍRIA que ya no saben qué van a inventar!
Mi madre dice que no sirve para nada porque eso es lo que le repetía mi padre torta va, torta viene. Pero un poco lista debe ser cuando ha criado a cuatro hijos sola, cuando es la única que consigue ahorrar en la familia pese a que tiene una pensión no contributiva con la que el Gobierno no tendría ni para comprar mascarilla y media. Ah, y tiene GUASAP. MI hermana y yo hemos tenido que tomarnos más de un Valium para explicarle a dónde tenía que darle pero ahora resulta que nos hace videollamadas para recordarnos que nos lavemos las manos cuando salgamos a tirar la basura.
Mi madre no sabe escribir por el móvil pero ha descubierto que hay un grupo de la familia en el que puede enviar audios infinitos y una serie de emoticonos que nada tienen que ver entre sí. (Por ejemplo: CABALLO, BERENJENA, CARA DE DORMIDO) Dice que le volvemos la cabeza loca con tantas tonterías pero ha aprendido a reenviarle memes a su prima la del pueblo.
Mi madre lleva 17 días sola sin salir de casa. Pero tiene wifi gracias al vecino de al lado. Y naranjas de la vecina que vive al principio de la calle de en medio. Y pan gracias a mi cuñado, que es el único de mi familia que ahora mismo no ha perdido el trabajo.
Mi madre, la tuya, la de muchos, pertenece a esa generación que no sabe quejarse, ni criticar, ni engañar. Porque hace muchas, muchas cuarentenas que ya aprendieron lo que de verdad importa, que se quitaron las pamplinas con la vacuna de la viruela y la ansiedad limpiando de rodillas.
Mi madre, la tuya, la de muchos, nos han dado de comer, de sonreír, de vivir. Y ahora nos siguen dando lecciones. Ella dice que está feliz porque por primera vez nos tiene a todos controlados. ¿Y el trabajo? Pues si ella tiene garbanzos para todos. ¿Y el dinero? Pues nos vamos a vivir a las montañas.
A personas (no usuarios) como mi madre, como la tuya, como la de muchos, son a las que se está llevando este virus.
Volverán las noches de cervezas, los runners, los atascos, los balcones comidos de mierda porque no saldremos a ellos. Volveremos a ser estúpidos (incluso un poquito más) pero ellos no volverán.
Que pare todo esto ¿no?
MAMÁ, CUÍDATE, AGUANTA, POR FAVOR, QUE NECESITAMOS TUS ROSQUITOS Y TUS ABRAZOS PARA AGARRARNOS A LA VIDA.